Pizza

La combinación de pan plano con queso se remonta a varias culturas como Persia, Egipto, Grecia y Roma.

Pero fue en Nápoles donde, en el siglo XVIII, se incorpora la salsa de tomate, un fruto americano, que llegó para armar ese trío que deleita a muchos adeptos en todo el mundo.

Esta versión sin gluten no tiene nada que envidiarle a la original.

Claro que hoy existen distintas combinaciones para personalizar la pizza según el gusto de cada comensal, los ingredientes son muy variados: cebolla, rúcula, ananá, jamón, anchoas, huevo, morrón, champiñones, aceitunas...

Cuál es tu gusto preferido?

Ingredientes: (para una pizza)

125g. de harina de arrroz

125g. de fécula de mandioca

5g. de levadura seca (medio sobre)

1 huevo

dos cucharadas de aceite

una pizca de sal

Agua tibia, cantidad necesaria.

1/2 taza de salsa de tomate (condimentada con laurel, ajo, orégano una pizca de sal y una pizca de azúcar)

Preparación:

Colocar la levadura en un recipiente, con una pizca de azúcar y agregar 1 o 2 cucharadas de agua tibia. Disolver bien y dejar reposar, tapado, en un lugar tibio por 15 minutos.

Tamizar la harina con la fécula y la pizca de sal en un bowl. En el centro colocar el huevo y el aceite. Romper la liga del huevo, agregar la levadura leudada y comenzar a mezclar desde el centro. Incorporar de a poco el agua tibia, de manera que quede una masa blanda pero no acuosa.

Untar con aceite una pizzera, mejor si es de teflón, y colocar la masa.

Entibiar la salsa y colocarla por cucharadas sobre la masa extendiéndola bien.

Dejar elevar en un lugar tibio 15 minutos y llever a horno fuerte, 200º, por 7 minutos.

Pasado ese tiempo, retirar. Ya está lista la "pre-pizza"

A partir de aquí cada uno hará volar su imaginación y sorprenderá a sus comensales con los sabores preferidos! Para mi no debe faltar el queso, ni el orégano!!!

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"En la variedad está el placer."

Quintiliano

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